Nuestra Madre de La Soledad amanece ataviada para la inminente llegada del adviento con los colores Inmaculistas.
Luce tocado en guipur dorado alternado con antiguo tul bordado en hojilla de oro entrefino.
También viste una túnica en terciopelo de seda en color guinda y le cubre un manto azul de damasco.
Tocada con diadema sobredorada y rosa mística en chapado de oro reposa en su mano derecha.
Nuestro agradecimiento a Fernando Huete, Vanessa Dominguez y Sandra Do Libramento, vestidor, y camaristas, los cuales, como es habitual, han realizado un gran trabajo.
✝️ ¡Madre de Dios más digna! que al estar a los pies de la Cruz con Jesús, tú Hijo Unigénito, lo viste sufrir, agonizar y morir, permaneciendo sola e indefensa, sin otro alivio que el dolor y sin otra compañía que los tormentos.
iOh Virgen dolorosa! Mi alma quiere participar, en tus dolores y aflicciones, para que me acompañes toda mi vida en el justo sentimiento de la muerte de tu amado Hijo.
Permiteme, Solitaria Señora, que te acompañe siempre en tu tan amarga Soledad, sintiendo lo que sientes y llorando por lo que lloras.
iOh Madre del verdadero amor! llena mi pecho de una caridad inmensa para amar a tu Hijo Divino, que por amor a mí murió crucificado; y concédeme el favor que pido en esta oración, para la gloria de Dios, su honor y el beneficio de mi alma.
Amén.
📷 Sandra Do Libramento
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