Este año está siendo, sin lugar a dudas, uno de los más difíciles para nuestra Cofradía, como consecuencia de la pandemia de COVID19 que nos azota desde los primeros meses de 2020. A pesar de ello, estos meses de obligado recogimiento nos han servido a todos para poder reflexionar y diseñar un presente y un …

Este año está siendo, sin lugar a dudas, uno de los más difíciles para nuestra Cofradía, como consecuencia de la pandemia de COVID19 que nos azota desde los primeros meses de 2020. A pesar de ello, estos meses de obligado recogimiento nos han servido a todos para poder reflexionar y diseñar un presente y un futuro muy diferentes a los que, hasta ahora, habíamos vivido.

Nuestra Junta de Gobierno, al igual que las de todas las Cofradías de la ciudad, se ha visto obligada a redoblar los esfuerzos para hacer frente a la amplia demanda de necesidades que han provocado la mayor aportación jamás realizada por la Obra Social de nuestra hermandad a lo largo de su historia más reciente. El pago de alimentos, material escolar, donativos a Cáritas parroquial y un sinfín de aportaciones nos han llevado a tener que asumir un cambio notable en el propio funcionamiento de la Hermandad. A pesar de ello, el trabajo de la Junta de Gobierno (realizado incluso telemáticamente, durante el confinamiento) ha permitido seguir adelante con el resto de obligaciones para que no se resienta el normal funcionamiento de la Cofradía y podamos, por tanto, estar en una buena posición de partida cuando esta situación pase.

Una vez suspendido el Estado de alarma y el confinamiento por parte del Gobierno, nuestra Junta de Gobierno ha seguido participando en todos y cada uno de los actos a los que ha sido invitada y ha retomado las reuniones presenciales, sin dejar en ningún momento, el trabajo casi diario dedicado a la Obra Social, con el objetivo de seguir haciendo acopio de recursos materiales y económicos, para seguir ayudando a los más necesitados.

Por ello, queremos agradecer a quienes siguen colaborando con nuestra Cofradía, ya sea mediante aportaciones voluntarias o como hermanos de la misma, que sigan apoyando a una Corporación que sigue avanzando hacia los 270 años de historia ininterrumpida, propagando la fe crsitiana por cada rincón de la ciudad de Algeciras.

Está siendo un año difícil pero, como todos, pasará y trataremos de seguir creciendo para conseguir ser los que siempre ha sido y es la Real, Antiquísima y Venerable Cofradía del Santo Entierro y María Santísima de La Soledad, una hermandad austera y a la vez señera de esta ciudad que siempre ha sabido respetar y ha sido respetada por los cofrades y ciudadanos en general.

¡Gracias a todos!

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