En el marco litúrgico de la Solemnidad del Apóstol Santiago, Patrón de España, María Santísima de la Soledad ha amanecido ataviada con vestiduras propias del tiempo ordinario de verano, en una estampa que conjuga la sobriedad característica de su advocación con la esperanza y la luz propias de esta época del calendario litúrgico. Este cambio …
En el marco litúrgico de la Solemnidad del Apóstol Santiago, Patrón de España, María Santísima de la Soledad ha amanecido ataviada con vestiduras propias del tiempo ordinario de verano, en una estampa que conjuga la sobriedad característica de su advocación con la esperanza y la luz propias de esta época del calendario litúrgico.
Este cambio de vestimenta se produce también en preparación para la cercana festividad de nuestra Excelsa Patrona, Santa María de la Palma, cuya celebración marca uno de los momentos más significativos para la comunidad parroquial y para todas las hermandades que bajo su manto encuentran amparo.
María Santísima de la Soledad, en su nueva disposición, invita al recogimiento, a la oración serena y a la contemplación de su figura como modelo de fortaleza en la adversidad y de fidelidad absoluta a los designios de Dios.
