La liturgia de Adviento nos invita a recordar la figura de María, que se prepara para ser la Madre de Jesús y que además está dispuesta a ayudar y servir a quien la necesita. El evangelio nos relata la visita de la Virgen a su prima Isabel y nos invita a repetir como ella: “¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a visitarme?” (Lc 1, 39-56)
Encendemos como signo de espera gozosa, la tercer vela de color rosa, en Corona de Adviento.
📷 “Virgen de la Esperanza”, anónimo castellano (1600)
Deja un comentario